Desde una empinada calle de Manizales. 23/08/2024. el 3 de septiembre de 1944 nació en Manizales Alvaro González Alzate, nuestro querido presidente en DIFUTBOL y flamante vicepresidente en la Federación Colombiana de Fútbol.
Y noto que el tiempo en esta vida se pasa volando, parece hace poco cuando lo conocí en las mangas manizaleñas donde nace incipiente y perezoso el fútbol caldense o en 1985 a través de su llegada a DIFUTBOL, parece hace poco cuando viajaba con él a muchos partidos de eliminatorias a Barranquilla y parece hace poco cuando se le ofreció un homenaje en 2014, de eso hace una década.
Siii, la vida pasa volando, por eso cuando me acerco a los 65 años, ya se deben empezar a escribir pasajes que se pueden perder en la desgastada memoria del cronista y entre esos guardo especial afecto por los que he vivido con los presidentes de las ligas aficionadas, todo a expensas del ‘presi Alvaro’.
Se acerca el 3 de septiembre y ninguna fiesta podrá calificar a ciencia cierta los servicios prestados por el ‘Presi Alvaro’ a la comunidad nacional del fútbol aficionado, personaje de la vida nacional, respetado por todos, admirado por todos y acaso siendo dueño de una simpatia y un buen corazón sin límites, es querido tanto en Caldas como en inhospitos lugares.
En FIFA las bubuzuelas suenan cuando él llega a sus oficinas en Zurich, en CONMEBOL es respetado por Alejandro Domínguez o los presidentes de las federaciones nacionales del continente y es el consultor obligado del balompié colombiano.
Breve perfil para definir a Alvaro González Alzate, un triunfador, desde que estudiaba en la escuela José María Guingue o en el Tecnológico, acaso cuando se enfundaba uniforme y jugaba fútbol con el Deportivo Hoyo Frío.
Seguramente este 3 de septiembre esté ocupado con la Copa Mundo FIFA U-20 Femenina, porqué no con los partidos de eliminatoria, con las finales de las COPAS WIN SPORTS de DIFUTBOL, por eso de antemano le envío las congratulaciones al llegar a los ochenta años y ¿el regalo? Como siempre le digo – se lo quedo debiendo – . Dios lo cuide siempre.
“Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar; Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar; Caminante no hay camino sino estelas en la mar”.