Desde una empinada calle de Manizales. 09/01/2025. Manizales es Manizales, si el clima anda frío entonces echan por la cara la palabreja ‘Patifríos’ pero cuando calienta, calienta.
Anoche con los juegos piromusicales en el estadio Palogrande, dentro de las actividades de la Feria de Manizales tuve un encuentro casual con Alvaro Uribe apodado ‘Uribito’ porque en tierras arrieras los apodos reemplazan los primeros apellidos.
Primero debo contarles que ‘Uribito’ fue un activo soldado colombiano, hoy pensionado, actualmente dedicado a la mecánica eléctrica, dueño de una serie de historietas que parecen salidas de un planeta mágico.
Es chévere, aunque nunca para de hablar y con ese ‘idioma paisa’ enredado, muchas veces toca pedirle que repita una frase porque no se le entiende un carajo.
Mientras en el cielo manizalita miles de figuras brillan en medio de lo que yo como arriero llame ‘baño de pólvora’, el popular amiguito me regañaba con una mini historia que resume todo.
“Vea parce, usted puede ser periodista y escribir muy rico, pero es un bruto esto se llama pirofiesta, porque se mezclan drones, juegos pirotécnicos y música, que berraco tan mal hablao’ mientras yo guardaba silencio.
Y lo que les voy a seguir contando porque esta Feria es cosa de locos, debo reconocerlo, en mi infancia, en La Dorada, Manizales y luego Bogotá, no pase de jugar con totes, buscaniguas, volcanes, voladores y algunos pertrechos más, pero lo de anoche me descrestó a mí y a media ciudad, porque no sólo estaba atestada nuestra principal avenida La Santander, El Cable, por La Estrella, los elegantes balcones de los modernos edificios en Palermo y que decir por los cerros de Villamaría con miles de personas aleladas observando el espectáculo que duró una hora.
Gracias a los drones, salen por el cielo figuras mágicas de nuestra cultura cafetera como el Nevado del Ruiz, un arriero, un yipao, un carriel, luego un molino, un par de costales, una chiva, el cable aéreo, en fin, que show tan hermoso. Y cuando todo parece terminado, vuelve a brillar el cielo, pero con juegos pirotécnicos. Que noche jamás soñada.
Mejor dicho, como sería la escena que hasta ‘Uribito’ se quedó callado…
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar; Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar; Caminante no hay camino sino estelas en la mar.