CENTRO DE OPERACIONES ESTACIÓN MANIZALES. En el 2019 tuve la oportunidad de conocer al entonces Gobernador de Caldas, el prestante abogado marulandeño Guido Echeverry Piedrahita y uno de los temas fue, la acogida popular que tenía en el departamento Alvaro González Alzate, vicepresidente de la FCF y presidente de DIFUTBOL.
Como es la vida, este sábado en la mañana tanto Guido con Don Alvarito, al lado del futbolista Dayro Moreno han sido honrados en solemne acto por el honorable Concejo de Manizales con la Gran Orden en el grado de GRAN OFICIAL por el cabildo local.
Nuestro máximo dirigente del fútbol nacional hace pocos días recibió el Premio Altius del Comité Olímpico Colombiano, en la modalidad VIDA Y OBRA, la más alta distinción a dirigente alguno en el deporte colombiano.
Justos reconocimientos a un hombre quien desde muy joven ha estado vinculado al fútbol colombiano dándole alcances inesperados a la rama aficionada, no solamente desde DIFUTBOL sino también en la Liga Caldense de Fútbol y en el Comité Municipal de Fútbol de Manizales.
Alvaro González un antiguo defensa central de clubes aficionados, a los 20 años ya organizaba torneos balompédicos en Fresno, una población tolimense cercana a la capital caldense. Desde ahí hasta estos albores del 2025 ha ocupado pequeños, medianos y altos puestos en el fútbol colombiano, en Conmebol y en la FIFA.
Dueño de una humildad propia del manizaleño, gusta de contar amigos en cada esquina y por eso salir con él a caminar por el centro de la ciudad, por El Cable o por Villamaría, resulta un dolor de cabeza para el acompañante, porque todo el mundo tiene algo que decirle, aunque sea un ‘Buenas Tardes’.
Manizales no solamente lo quiere, lo admira y lo adora, ese fervor popular traspasó las fronteras de la capital y en los 27 municipios tiene gran admiración.
Hoy llegó al Concejo Municipal acompañado de su esposa, hijos y nietos, con grandes personajes del fútbol, de la querida Liga Caldense de Fútbol que preside Fabio Alberto Aristizábal Gómez, de colegiados arbitrales, en fin, de un poco de gente, reconocidos y curiosos que llegaron para darle una mano, un abrazo o una simple vista.
En los sillones de homenajeados, estuvo en el centro, a su derecha Guido Echeverry Piedrahita y a su izquierda Dayro Moreno, el futbolista del Once Caldas.
Ya con la medalla en el pecho compartió con propios y extraños, para marchar luego con una sonrisa en la mano. Así es la vida de un crack.
